Es Hora de la Verdad

Estados Unidos regresará el sábado al lugar de uno de sus mayores triunfos futbolísticos para emprender su aventura en Sudáfrica 2010 contra Inglaterra, el mismo equipo contra el que protagonizó una de las mayores gestas en la historia de la Copa Mundial de la FIFA.

"Ésta es la hora de la verdad para nosotros", resaltó para FIFA.com el guardameta estadounidense Tim Howard, portero del Everton inglés, en vísperas del grandioso estreno que aguarda a los suyos contra una de las mejores selecciones del planeta. "Se acabó el tiempo de los amistosos. Las preparaciones han concluido y ha llegado el momento del espectáculo", insistió el ex arquero del Manchester United, que defendió la portería la última vez que el combinado de las Barras y Estrellas saltó al estadio Royal Bafokeng de Rustenburgo.

En junio del año pasado, los norteamericanos arrancaron su campaña en la Copa FIFA Confederaciones, ensayo general de la inminente prueba reina, de manera desastrosa, cayendo derrotados por 3-1 ante Italia en su primer compromiso y por 3-1 ante Brasil pocos días después en Tshwane/Pretoria. Necesitados de una victoria abultada para asegurarse el pase a la ronda eliminatoria con tan sólo tres puntos, los hombres de Bob Bradley se las ingeniaron para avasallar por 3-0 a Egipto, vigente campeón africano, bajo los reflectores del campo situado a las afueras de la ciudad minera de Rustenburgo.

"Nos dimos cuenta de que podíamos competir con los mejores equipos de mundo", señaló Landon Donovan, futbolista del Los Ángeles Galaxy recientemente cedido al Everton, después de aquel campeonato. Allí los norteamericanos lograron sobreponerse a su flojo arranque y atropellaron al campeón de Europa, España, para después adelantarse por 2-0 en el marcador contra Brasil en la primera mitad de su primera final intercontinental. "Creo que lo que ese torneo demostró es que, si tenemos un buen día, podemos ganar a cualquier equipo del mundo".

Hay mucho que temer de este equipo inglés. Son potentes y agresivos todo el tiempo. No vamos a tener descanso.

Clint Dempsey, uno de los ocho pupilos de Bob Bradley que desempeñan su oficio en Inglaterra, fue designado jugador del partido en aquella crucial victoria sobre los egipcios. "Esto es el Mundial, no puedes guardarte nada. Para esto es para lo que trabajamos duro como profesionales", afirmó después de hacer una soberbia temporada con el Fulham, subcampeón de la Europa League de la UEFA. "Va a ser un partido difícil contra Inglaterra. Es un equipo fuerte, como todo el mundo sabe. Pero nosotros nos hemos preparado bien y ahora todo lo que podemos hacer es salir, hacerlo lo mejor que sabemos y ver qué pasa".

"Procuraré trasladar la confianza que siento por jugar en la Premier League al equipo nacional aquí en Sudáfrica cuando nos topemos con Inglaterra", agregó Dempsey. "Me siento bien ahora mismo, siento que estoy haciendo un buen fútbol. Esperamos alcanzar nuestro máximo rendimiento en esta primera ronda y seguir progresando a partir de ahí".

Atentos a InglaterraEl capitán y defensa de la selección de Estados Unidos, Carlos Bocanegra, ve mucho peligro en el bloque inglés: "Son un equipo fuerte, muy directo, muy físico y muy técnico", analizó el zaguero radicado en Francia, anteriormente compañero de Dempsey en el Fulham. "Será una dura prueba para nosotros, pero creo que podemos plantarles cara y que puede pasar cualquier cosa".

Si los estadounidenses se las arreglan para adjudicarse otra inesperada victoria sobre los ingleses, ciertamente no será su primera en la palestra intercontinental. Uno de los mayores reveses en la historia de la Copa Mundial de la FIFA ocurrió en 1950 en Belo Horizonte, Brasil, donde un único gol de Joe Gaetjens bastó a los americanos para asombrar al mundo con su triunfo sobre los colosales inventores del fútbol. Bocanegra, sin embargo, se apresura a desestimar toda conexión romántica entre este partido y el de hace 60 años. "Aquellos muchachos hicieron algo muy especial entonces", admitió a FIFA.com, "pero eso fue hace mucho tiempo y ahora somos nosotros los que tenemos que hacer algo grande".

Para Howard, el hombre encargado de resistir las descargas de artilleros de la talla de Wayne Rooney, Steven Gerrard y Frank Lampard, las preocupaciones son mucho más actuales: "Hay mucho que temer de este equipo inglés. Son potentes y agresivos todo el tiempo. No vamos a tener descanso".