
Carlos Alberto Parreira es un hombre que ha vivido y ha viajado mucho. Como todos sabemos, el seleccionador brasileño guió a su país hasta la gloria en la Copa Mundial de Estados Unidos 1994. Pero su misión actual, la de llevar lo más lejos posible a Sudáfrica en la Copa Mundial de la FIFA 2010 ante su afición, tiene un encanto especial. No en vano, los Bafana Bafana se aferran a un antiguo privilegio, que a menudo lleva a los anfitriones del torneo a tocar el cielo impulsados por la oleada de euforia general.
"Todavía recuerdo que, cuando retomé las riendas del combinado nacional, la gente me paraba por la calle y me decía: 'Entrenador, haga que nos sintamos orgullosos, por favor. Haga que nos sintamos orgullosos'. No me decían: 'Por favor, ganemos la Copa Mundial'. Simplemente, querían un motivo por el que enorgullecerse", contaba Parreira hace unos días en una entrevista en exclusiva para FIFA.com.
La República de Corea como el ejemplo a seguir En numerosas ocasiones, el país anfitrión no sólo ha colmado de orgullo a sus hinchas, sino que además les ha brindado el título. Hasta la fecha, han sido seis las selecciones que se han proclamado campeonas del mundo jugando ante su público. Y nunca un equipo anfitrión ha quedado eliminado en primera ronda. El entusiasmo que invadiría Sudáfrica en caso de que los pupilos de Parreira lograsen una gesta similar en la primera Copa Mundial que va a disputarse en territorio africano es, sencillamente, inimaginable. Ahora bien, muchos expertos están convencidos de que, por primera vez, un representante de este continente puede clasificarse para semifinales. ¿Por qué no puede ser Sudáfrica?
Steven Pienaar y compañía deberían tomar ejemplo de la República de Corea. Después de empezar como "tapados" en la fase final de la Copa Mundial de 2002, edición que organizaron junto con Japón, los asiáticos avanzaron como un torbellino hasta el cuarto puesto, arropados por millones de fieles enfervorizados. También cabe destacar la tercera plaza lograda por Chile en 1962 y el subcampeonato obtenido por Suecia cuatro años antes. "Será una Copa Mundial muy igualada", afirmó el ex seleccionador nacional alemán Jürgen Klinsmann en declaraciones al portal de la FIFA a pocas horas del comienzo del máximo torneo intercontinental. Por esta razón, los Bafana Bafana, que actualmente ocupan la 81ª posición en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, saben que pueden dar la sorpresa en cualquier momento.
"El conjunto más peligroso del campeonato"Klinsmann sabe por experiencia propia de lo que es capaz una selección cuando juega en casa. En la Copa Mundial de Alemania de hace cuatro años, los hombres que él mismo dirigió y que fueron llevados en volandas por su afición, realizaron un juego ofensivo nunca visto hasta entonces. El resultado no fue otro que aquella famosa "fábula veraniega", convertida ya en leyenda, y un tercer puesto celebrado del mismo modo que si hubieran ganado la Copa Mundial. "Nos arrastró una ola de emoción", recuerda con cariño Jens Lehmann, guardameta de aquel combinado germano.
Clive Barker ve factible que Sudáfrica pueda repetir una historia similar. "El mayor reto de la selección es clasificarse para octavos de final. Una vez conseguido este objetivo, Sudáfrica será el conjunto más peligroso del campeonato desde el punto de vista psicológico", augura el ex técnico de los Bafana Bafana. Y sabe muy bien de lo que habla, puesto que en 1996 guió a los sudafricanos al único triunfo conquistado hasta ahora en la Copa Africana de Naciones, cuando se celebró dentro de sus fronteras.
Seis países ya demostraron cómo se llega No hay que olvidar que el camino a la victoria mundialista es largo. Y que el cartel de favoritos es para otros candidatos. Pero en el fútbol nunca ha estado de más ponerse metas altas y fijarse en los ejemplos clásicos. Francia fue el último anfitrión mundialista que logró levantar el trofeo. Todos recordamos cómo Zinédine Zidane capitaneó a los Bleus en 1998 hasta su primer y único título en una Copa Mundial. Anteriormente, Argentina (1978), la República Federal de Alemania (1974), Inglaterra (1966), Italia (1934) y Uruguay (1930) habían logrado esa hazaña.
No cabe duda: una fase final de una Copa Mundial ante la propia afición es el no va más. El orgullo desbordado acompaña día a día a todos los integrantes de la selección, y la hinchada se convierte en el jugador número doce. Los Bafana Bafana están presentes en cada esquina de las calles sudafricanas y en el corazón de toda la nación. Será emocionante ver de lo que son capaces los héroes locales en la Copa Mundial de la FIFA 2010.
"Todavía recuerdo que, cuando retomé las riendas del combinado nacional, la gente me paraba por la calle y me decía: 'Entrenador, haga que nos sintamos orgullosos, por favor. Haga que nos sintamos orgullosos'. No me decían: 'Por favor, ganemos la Copa Mundial'. Simplemente, querían un motivo por el que enorgullecerse", contaba Parreira hace unos días en una entrevista en exclusiva para FIFA.com.
La República de Corea como el ejemplo a seguir En numerosas ocasiones, el país anfitrión no sólo ha colmado de orgullo a sus hinchas, sino que además les ha brindado el título. Hasta la fecha, han sido seis las selecciones que se han proclamado campeonas del mundo jugando ante su público. Y nunca un equipo anfitrión ha quedado eliminado en primera ronda. El entusiasmo que invadiría Sudáfrica en caso de que los pupilos de Parreira lograsen una gesta similar en la primera Copa Mundial que va a disputarse en territorio africano es, sencillamente, inimaginable. Ahora bien, muchos expertos están convencidos de que, por primera vez, un representante de este continente puede clasificarse para semifinales. ¿Por qué no puede ser Sudáfrica?
Steven Pienaar y compañía deberían tomar ejemplo de la República de Corea. Después de empezar como "tapados" en la fase final de la Copa Mundial de 2002, edición que organizaron junto con Japón, los asiáticos avanzaron como un torbellino hasta el cuarto puesto, arropados por millones de fieles enfervorizados. También cabe destacar la tercera plaza lograda por Chile en 1962 y el subcampeonato obtenido por Suecia cuatro años antes. "Será una Copa Mundial muy igualada", afirmó el ex seleccionador nacional alemán Jürgen Klinsmann en declaraciones al portal de la FIFA a pocas horas del comienzo del máximo torneo intercontinental. Por esta razón, los Bafana Bafana, que actualmente ocupan la 81ª posición en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, saben que pueden dar la sorpresa en cualquier momento.
"El conjunto más peligroso del campeonato"Klinsmann sabe por experiencia propia de lo que es capaz una selección cuando juega en casa. En la Copa Mundial de Alemania de hace cuatro años, los hombres que él mismo dirigió y que fueron llevados en volandas por su afición, realizaron un juego ofensivo nunca visto hasta entonces. El resultado no fue otro que aquella famosa "fábula veraniega", convertida ya en leyenda, y un tercer puesto celebrado del mismo modo que si hubieran ganado la Copa Mundial. "Nos arrastró una ola de emoción", recuerda con cariño Jens Lehmann, guardameta de aquel combinado germano.
Clive Barker ve factible que Sudáfrica pueda repetir una historia similar. "El mayor reto de la selección es clasificarse para octavos de final. Una vez conseguido este objetivo, Sudáfrica será el conjunto más peligroso del campeonato desde el punto de vista psicológico", augura el ex técnico de los Bafana Bafana. Y sabe muy bien de lo que habla, puesto que en 1996 guió a los sudafricanos al único triunfo conquistado hasta ahora en la Copa Africana de Naciones, cuando se celebró dentro de sus fronteras.
Seis países ya demostraron cómo se llega No hay que olvidar que el camino a la victoria mundialista es largo. Y que el cartel de favoritos es para otros candidatos. Pero en el fútbol nunca ha estado de más ponerse metas altas y fijarse en los ejemplos clásicos. Francia fue el último anfitrión mundialista que logró levantar el trofeo. Todos recordamos cómo Zinédine Zidane capitaneó a los Bleus en 1998 hasta su primer y único título en una Copa Mundial. Anteriormente, Argentina (1978), la República Federal de Alemania (1974), Inglaterra (1966), Italia (1934) y Uruguay (1930) habían logrado esa hazaña.
No cabe duda: una fase final de una Copa Mundial ante la propia afición es el no va más. El orgullo desbordado acompaña día a día a todos los integrantes de la selección, y la hinchada se convierte en el jugador número doce. Los Bafana Bafana están presentes en cada esquina de las calles sudafricanas y en el corazón de toda la nación. Será emocionante ver de lo que son capaces los héroes locales en la Copa Mundial de la FIFA 2010.
0 Comentarios.:
Publicar un comentario