
El árbitro uzbeko Ravshan Irmatov ha sido elegido para dirigir el partido inaugural de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010. Será protagonista de una cita histórica: la llegada del mayor espectáculo del mundo a África. Quien le iba a decir hace 14 años que una lesión de tobillo le llevaría hasta este éxito profesional...
“Recibí la noticia con una gran alegría pues dirigir el primer partido o la final de un Mundial son los dos mayores eventos con los que puede soñar un árbitro”, destaca el feliz colegiado.
El estadio Soccer City de Johannesburgo lucirá sus mejores galas para recibir a los Bafana Bafana y a México a las 16:00 (hora local sudafricana), momento en que la larga espera de cuatro años llegará a su fin. “Soy consciente de que es una gran responsabilidad, pero estoy preparado al 100% y convencido de que una vez en el terreno de juego, olvidaré todo lo demás, y será un partido como cualquier otro”, dice.
“Tengo confianza porque los mejores especialistas en los aspectos técnicos, físicos y psicológicos que existen hoy en día en el mundo del arbitraje están aquí para ayudarnos a preparar cada partido”, añade.
Irmatov es el único árbitro de Uzbekistán que ha participado en fases finales de torneos de la FIFA. Uno de los momentos más destacados de este recorrido fue la final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2008 cuando tuvo la ocasión de arbitrar la final entre Liga de Quito y Manchester United. Además, ha recibido los últimos tres años el premio al Árbitro del Año de la AFC.
“La FIFA lleva confiando en mi desde 2003, cuando entré a formar parte de la lista de árbitros internacionales. Antes de esta cita en Sudáfrica 2010, ya he trabajado en los seis grandes torneos internacionales de la FIFA”, explica el árbitro de 32 años, que desvela que ha aprendido mucho al fijarse en grandes hombres del arbitraje como el italiano Pierluigi Collina, el argentino Horacio Helizondo y el ruso Valentin Ivanov.
Horas antes de vivir el momento cumbre de su carrera hasta la fecha, Irmatov tiene una dedicatoria muy especial para este éxito personal. “En estos momentos tengo en mi mente a mi padre, que también fue árbitro del campeonato de la URSS”, explica Irmatov. “Fue él quien me aconsejó hacerme árbitro a los 19 años, cuando tuve que dejar mi carrera como futbolista profesional tras una grave lesión en mi tobillo. Todo empezó ahí”, concluye.
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