Cuando España hace su juego...
“Cuando España juega, es difícil ganarle”. Palabras de David Villa tras la semifinal de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010. La selección española dominó a Alemania de principio a fin e hizo historia al clasificar por primera vez para la gran final del torneo mundial. Lo hizo además recuperando aquel juego brillante con el que deslumbró en la Eurocopa 2008, en la que la víctima final fue... Alemania.
El propio rival reconocía la superioridad de la Roja. “España están a otro nivel. Juegan con todo el equipo en ataque y en defensa. Trabajan todos juntos, son un equipo muy compacto”, analizaba el centrocampista Marcell Jansen.
"Nos han quitado la pelota desde el primer minuto y no hemos podido hacer nuestro fútbol. Lo hemos intentado y hemos peleado hasta el final, pero España es un equipo superior hace circular la pelota como nadie", añadía el seleccionador alemán Joachim Loew.
Los jugadores españoles salían emocionados del vestuario, no sólo por la histórica final que disputarán antes Países Bajos, sino por haber recuperado el estilo que les ha hecho casi invencibles en los últimos años. “Fue la mejor España de este Mundial”, aseguraba el centrocampista Sergio Busquets. “Es un momento de mucha felicidad que tenemos que disfrutar porque el equipo ha hecho un partidazo y sin dudas merecemos estar en la final”, añadía Andrés Iniesta.
El técnico Vicente del Bosque no podía disimular la emoción tras la gesta de sus chicos. "Ha sido un partido extraordinario, hay que felicitar a todos los jugadores que han estado soberbios en defensa, en ataque. Ha sido un partidazo", decía.
El día de Puyi“Es una alegría tremenda, hemos empezado a cumplir un sueño”, añadía Villa que esta vez no logró acertar entre los tres palos. “Estoy contento por estar en la final y no importa si hago el gol o no. Puyol ha hecho un golazo”.
“Hoy ha sido el día de Puyi”, corroboraba su compañero Xavi. “Ha hecho un gol espectacular, y se lo merecía, sobre todo por el gran trabajo que hace en defensa”, añadía.
A falta de goles de Villa, apareció el incombustible defensor central Carles Puyol y de forma espectacular, ganándole por alto a la zaga alemana, y a su propio compañero Gerard Piqué (que le saca 14 centímetros), anotó de cabeza el gol de la victoria. “Si hay alguien que se lo merece es él. Lo hace todo en un partido, defiende, ataca… es uno de los mejores defensas del mundo, y puede que sea su último mundial, así que se merecía una noche de gloria como esta”, añadía Busquets.
El protagonista abandonó discretamente la escena. Su nombre ya quedó impreso en oro en el libro de historia de la Roja. Pero Puyol sabe que la misión aún no está completa porque como nos decía Villa, “ya que llegamos hasta aquí, tenemos que ganar la final”.
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