Robben: "Tal vez no haya una próxima vez"
Los integrantes del combinado holandés salieron del estadio Soccer City de Johannesburgo frustrados y con la cabeza gacha. Horas después de la medianoche, la decepción por la derrota en la final de la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 sufrida horas antes en la prórroga frente a España, la nueva campeona, todavía era enorme entre los jugadores, técnicos y responsables de Holanda.
“Sentimos un gran dolor y una profunda decepción. Tal vez no haya una próxima vez”, reveló en exclusiva a FIFA.com Arjen Robben después del partido ante los 84.490 espectadores que abarrotaron el estadio de Johannesburgo. Después de 25 encuentros seguidos sin conocer la derrota y 14 victorias consecutivas en cotejos oficiales, el cuadro tulipán mordió el polvo en su partido más importante desde la final de la Copa Mundial de la FIFA 1978, en la que también cayó derrotado. “El fútbol es así; siempre tiene que perder uno. Hoy nos ha tocado a nosotros”, agregó Robben.
Un equipo sólido
Con su gol a falta de cuatro minutos para el final de la prórroga, Andrés Iniesta desbarató las esperanzas holandesas de mejorar los logros de la legendaria generación de los setenta, liderada por Johan Cruyff, y de llevarse a casa el anhelado primer título mundialista. “Si juegas una final es lógico que quieras ganarla”, señaló a FIFA.com Nigel de Jong, que, no obstante, añadió: “Por supuesto, no hay duda de que es magnífico haber llegado hasta aquí”.
“Hemos estado muy sólidos; esto ha sido una decepción enorme”, declaró el capitán Giovanni van Bronckhorst sin poder disimular su frustración. El veterano lateral, de 35 años, disputó frente a España el último de sus 106 partidos con la selección y se quedó a un paso de poner el broche de oro a su dilatada trayectoria internacional con el título mundialista. “Si hubiéramos aprovechado alguna de nuestras oportunidades, las cosas habrían sido diferentes. En cualquier caso, estoy orgulloso del equipo”, afirmó Van Bronckhorst.
Con la cabeza alta
La mayor parte de culpa de la derrota holandesa corresponde a la selección española, actual campeona de Europa, que durante casi todo el partido llevó la voz cantante en el juego, dispuso de más oportunidades y conquistó con merecimiento la primera Copa Mundial de la FIFA de su historia. “Sea como sea, no debemos olvidar que España es un equipo extraordinario”, zanjó Robben. “Ha ganado el mejor”, añadió su técnico Bert van Marwijk.
Por otra parte, los holandeses no estuvieron finos a la hora de transformar en gol sus oportunidades. Robben desperdició dos mano a mano con el guardameta Iker Casillas que habrían puesto al conjunto tulipán por delante en el marcador. “Tuvimos nuestras oportunidades, pero hay que aprovecharlas. En todo caso, España es un equipo fantástico”, resaltó Dirk Kuyt.
Recorrido en barco por Ámsterdam
Sólo unas horas después de salir del estadio, en la madrugada del lunes, la expedición holandesa tomó un avión de vuelta a casa, donde la afición naranja debería recibirla con entusiasmo a pesar de la derrota en la final. Para el martes están programadas recepciones con la reina Beatriz y con el Primer Ministro Balkenende, tras lo cual el equipo realizará un recorrido en barco por los canales de Ámsterdam, como hiciera en la celebración de la victoria en la Eurocopa 1988.
“La decepción ahora es grande, pero habrá que ver cómo nos sentimos dentro de un par de horas”, indicó De Jong, convencido de que el equipo podía volver a casa “con la cabeza alta”. La subcampeona del mundo volverá a vestirse de corto dentro de un mes para disputar un encuentro amistoso frente a Ucrania, aunque ya no contará en sus filas con el capitán Van Bronckhorst ni con André Ooijer, que el día de la final cumplió 36 años y también dice adiós a la selección.
“Sentimos un gran dolor y una profunda decepción. Tal vez no haya una próxima vez”, reveló en exclusiva a FIFA.com Arjen Robben después del partido ante los 84.490 espectadores que abarrotaron el estadio de Johannesburgo. Después de 25 encuentros seguidos sin conocer la derrota y 14 victorias consecutivas en cotejos oficiales, el cuadro tulipán mordió el polvo en su partido más importante desde la final de la Copa Mundial de la FIFA 1978, en la que también cayó derrotado. “El fútbol es así; siempre tiene que perder uno. Hoy nos ha tocado a nosotros”, agregó Robben.
Un equipo sólido
Con su gol a falta de cuatro minutos para el final de la prórroga, Andrés Iniesta desbarató las esperanzas holandesas de mejorar los logros de la legendaria generación de los setenta, liderada por Johan Cruyff, y de llevarse a casa el anhelado primer título mundialista. “Si juegas una final es lógico que quieras ganarla”, señaló a FIFA.com Nigel de Jong, que, no obstante, añadió: “Por supuesto, no hay duda de que es magnífico haber llegado hasta aquí”.
“Hemos estado muy sólidos; esto ha sido una decepción enorme”, declaró el capitán Giovanni van Bronckhorst sin poder disimular su frustración. El veterano lateral, de 35 años, disputó frente a España el último de sus 106 partidos con la selección y se quedó a un paso de poner el broche de oro a su dilatada trayectoria internacional con el título mundialista. “Si hubiéramos aprovechado alguna de nuestras oportunidades, las cosas habrían sido diferentes. En cualquier caso, estoy orgulloso del equipo”, afirmó Van Bronckhorst.
Con la cabeza alta
La mayor parte de culpa de la derrota holandesa corresponde a la selección española, actual campeona de Europa, que durante casi todo el partido llevó la voz cantante en el juego, dispuso de más oportunidades y conquistó con merecimiento la primera Copa Mundial de la FIFA de su historia. “Sea como sea, no debemos olvidar que España es un equipo extraordinario”, zanjó Robben. “Ha ganado el mejor”, añadió su técnico Bert van Marwijk.
Por otra parte, los holandeses no estuvieron finos a la hora de transformar en gol sus oportunidades. Robben desperdició dos mano a mano con el guardameta Iker Casillas que habrían puesto al conjunto tulipán por delante en el marcador. “Tuvimos nuestras oportunidades, pero hay que aprovecharlas. En todo caso, España es un equipo fantástico”, resaltó Dirk Kuyt.
Recorrido en barco por Ámsterdam
Sólo unas horas después de salir del estadio, en la madrugada del lunes, la expedición holandesa tomó un avión de vuelta a casa, donde la afición naranja debería recibirla con entusiasmo a pesar de la derrota en la final. Para el martes están programadas recepciones con la reina Beatriz y con el Primer Ministro Balkenende, tras lo cual el equipo realizará un recorrido en barco por los canales de Ámsterdam, como hiciera en la celebración de la victoria en la Eurocopa 1988.
“La decepción ahora es grande, pero habrá que ver cómo nos sentimos dentro de un par de horas”, indicó De Jong, convencido de que el equipo podía volver a casa “con la cabeza alta”. La subcampeona del mundo volverá a vestirse de corto dentro de un mes para disputar un encuentro amistoso frente a Ucrania, aunque ya no contará en sus filas con el capitán Van Bronckhorst ni con André Ooijer, que el día de la final cumplió 36 años y también dice adiós a la selección.
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